La versión que vimos Paco y yo fue la restaurada por Luciano Berriatúa en 2005, así que no existía ese movimiento de la cámara que tiene las películas de esa década, ni era en B&N sino en sepia y aunque los contrastes eran menores, nos encantaron esos juegos de sombras :-)
Lo malo del cine mudo es que no puedes apartar la vista de la pantalla; Cris me escribió por Whats app y me perdí el acto III, lo bueno es que, aunque tengas un "guión", tu siempre puedes crear tus "propios" diálogos :-) Lo que me encanta del cine de esa década es la sensación de que todo transcurre más rápido, como si los actores fueran a otra velocidad, no se cómo explicarlo.
Otra cosa curiosa de Nosferatu es ver como era Dracula en los años 20... No tenía colmillos, tenía unas paletillas de ratón, y orejas de elfo, y dedos largos y finos, con unas uñas también largas y finas O_o
El género de terror nunca ha sido mi fuerte, no me gusta la sensación de angustia que genera, pero Nosferatu, que probablemente sería un boom entonces y provocaría esa sensación que hoy me provocan a mi ese tipo de películas, no nos trasmitió eso.
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