La entrada de hoy, no va dedicada a ninguna película, ni a ningún director/a actriz o actor. Nuestra entrada de hoy va dedicada a nuestra pequeña película de terror.
El miércoles pasado después de un día precioso por la graduación de doctorado de Paco, y una cena de celebración fantástica, volvía a casa sola (Paco había ido a dejar a sus padres y tíos al hotel). Cuando entré, algo estaba fuera de lugar, el dominó cubano, que los padres de nuestra querida Mariley nos habían traído de Cuba con tanto cariño, estaba en el sofá, pero como siempre he pecado de confiada, me justifiqué a mi misma pensando que Paco se lo habría enseñado a la familia y no lo había vuelto a colocar. Cuando entré a la cocina, la puerta, que da al cuarto de la lavadora, estaba abierta, y siempre la cerramos porque la puerta del jardín de atrás da a ese cuarto y entra un frío horrible por ahí. Una vez más me justifiqué pensado que al Paco haber tendido una lavadora esa misma mañana, por olvido la habría dejado abierta, el caso es que cuando asomé mi cabeza un poco más vi como la puerta de madera que da al jardín estaba totalmente reventada y abierta... alguien había entrado en casa. Me corrió un frio por todo el cuerpo, cogí mi bolso y salí de casa por si estuvieran todavía ahí. Llamé a Paco y volvió corriendo con toda la familia en el coche. La noche fue larga... La lista de cosas que nos robaron, también.
Obviamente nuestros ordenadores y nuestra tele nueva desaparecieron, por ello la falta de cine en estos días y la falta de entradas en el blog. El caso, es que ante eso, lo único que pensé es que Paco y yo estábamos bien, y que lo que robaron es materia, que es cierto que en ocasiones tiene un valor sentimental, como la réflex analógica que me regaló mi madre en mi 18 cumpleaños, o toda la biblioteca musical de Paco, nuestras fotos de todos esos viajes que hemos hecho juntos, de nuestras familias, que guardabamos en los ordenadores... pero con eso y todo, para mí, no deja de ser materia. Volveré a tener una réflex, aunque no sea la misma, Paco volverá a reunir toda esa música y la ampliará, hay un millón de países más que visitar y un millón de fotos nuevas que sacar, y lo importante es que nosotros estamos bien. Mi mayor tesoro, Paco, no me lo robaron :-)
De todo esto, para mí "the sad side of the story" es la falta de ética de alguna gente (gentuza), como diría Mafalda, en uno de sus siempre acertados comentarios, que por casualidad ayer leí "¿Y no será que este mundo hay cada vez más gente y menos personas?".
Los valores sociales cada vez son mas efímeros, menos humanos, más materiales, incluso las políticas basuras que cada vez están más de moda lo demuestran, las humanidades no sirven, no dan dinero, dejemos a un lado las almas para dar cabida lo que importa, y lo que importa es el dinero.
Esto es para mi el lado triste de la historia, de una historia de terror, que para mí más que terror fue asco lo que sentí. Asco de pensar que alguien había invadido nuestro hogar, nuestro templo, nuestra intimidad, asco de pensar que hay gente que no sabe lo que es el respeto, que se pueden tomar la libertad de invadir tu casa, coger lo que les interesa, tocarlo todo, destrozarlo y salir por la puerta como si nada hubiera pasado, esto es para mi lo más triste de todo.
Lo más importante de mi vida, lo conservo conmigo, afortunadamente.
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